Nara (奈良, Nara) fue la primera capital permanente de Japón y conserva un patrimonio histórico único. Es una ciudad que se disfruta con calma, donde cada templo, santuario y parque transmite siglos de historia.
Aquí se combinan espacios naturales, templos antiguos y barrios tradicionales que invitan a pasear y a conectar con la esencia del Japón histórico.
Visitar Nara es sumergirse en un entorno donde la cultura, la naturaleza y la vida local conviven de manera armoniosa.